Sin embargo, ¿en qué consiste este elemento? El dióxido de cloro es por lo standard un fuel de color amarillo, que tiene la propiedad de disolverse en el agua y es utilizado para desinfectar grandes superficies, entre ellas las que contienen agua como las piscinas.
No se han proporcionado cantidades toxicológicas del fuel en solución acuosa que respalden la aparente falta de fundamento de esta incorrecta advertencia, cosa insólita que indica una grave falta de profesionalidad.
Sumado a lo anterior, si la sustancia se coloca en contacto con ácidos tiende a liberar dióxido de cloro que es un fuel explosivo y tóxico.
La sal funciona como un vasodilatador permitiendo que la sangre transite libremente. Esto es fundamental para evitar la presión arterial. Especialmente es recomendada para personas que han sufrido de episodios frecuentes de hipertensión.
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Desde hace cientos de años se ha hecho uso de este compuesto. Incluso, según ciertos historiadores, se usaba como premio o parte de pago para soldados y trabajadores en el pasado.
En conclusión, el MMS es una sustancia tóxica no autorizada para su uso como medicamento y puede tener efectos adversos graves para la salud.
- Blanquear fibras de papel, este uso es mayormente aprovechado por las industrias que se dedican al tratamiento y la producción de papel a gran escala.
No se han realizado estudios científicos sobre la efectividad del dióxido de cloro para curar enfermedades simplemente porque la sustancia no está autorizada para uso en seres humanos, justamente por ser perjudicial.
El brebaje dióxido de cloro se vende bajo los nombres “CDS”, “MMS” o “suplemento mineral milagroso”, una sustancia ampliamente promocionada por la empresa con apariencia de iglesia Genesis II, recién desmantelada por las autoridades estadounidenses y colombianas.
En España el uso del MMS es defendido por el divulgador de remedios Josep Pámies y el ingeniero Andreas Kalcher sin tener en cuenta el riesgo de tomar MMS para la salud. Ambos aprovecharon el inicio de la pandemia por COVID-19 para promover su uso.
Y la AEMPS recomienda encarecidamente no consumirlos en ningún caso: ni en formatos que se presentan aptos para consumo humano ni si se ofrecen como desinfectantes, blanqueantes o biocidas de uso industria.
Tanto el dióxido de cloro como el clorito reaccionan rápidamente en click here el agua o en tejidos húmedos del cuerpo. Respirar aire con fuel de dióxido de cloro puede causar irritación de la nariz, la garganta y los pulmones.
tratamiento de aguas residuales, tratamiento de agua procedentes de procesos industriales,